EDWARD DE BONO
El ser humano es una fascinante creación, siendo detallada y perfecta, hecha a la imagen y semejanza de Dios. Por un lado, el cerebro es uno de los órganos más valiosas, por su interesante estructura y su funcionamiento, lo cual consta de dos hemisferios cerebrales, en algunos casos utilizamos más el hemisferio izquierdo que el hemisferio derecho. Por otro las personas utilizan su pensamiento para actuar en un determinado tiempo y espacio. Imaginando un poco a las personas nos damos cuenta que cada persona lleva un color distinto a la otra persona, estas pueden ser de seis colores diferentes.
Para explicarles un poco mejor sobre los seis sombreros para pensar, les voy a contar una pequeña historia:
En una lejana tierra de duendecitos llego una niña, que era al tamaño de los demás. Todos se asombraron al ver a una persona extraña, pero la recibieron y la trataron como si fuera una hermana que regreso a su tierra de tiempo. Los seis jefes de la aldea se reunieron con la niña, le dieron obsequios una pequeña casita cómoda para la niña, uno de ellos interviene y dice: La niña no puede estar los siete días de la semana con esa ropa, sería ideal que cada uno de nosotros le diese un conjunto de ropa para que se pueda poner cada día uno diferente, para que lo pudiese lavar y utilizar la semana siguiente. Todos estaban de acuerdo con la idea, pero otro de ellos dice: nos podemos sortear los colores para darle y así pueda tener de diferentes colores, esta muy bien tu idea le dice otro de ellos. Al día siguiente tocan la puerta del cuarto de la niña, llega su primer ropita de color blanco, luego de color negro y así sucesivamente llegaron los otros colores. A la niña le entra un poco de duda y dice: Ahora que color me pongo hoy. Piensa un momento y dice: creo que me voy a poner mi ropita de acuerdo que fueron los colores. Como primero llego este vestidito blanco me coloco. La niña al ir a jugar con los duendecitos, ellos se dan cuenta de que su participación en el juego era de manera neura por que no defendía a ninguno de los dos grupos, sino era neutra y objetiva, lo cual no realiza ninguna interpretación, no expresaba emociones y sentimientos, solo estaría la información necesaria para el momento, además excluye elementos valiosos de los juegos como los presentimientos, intuiciones, sus juicios basados en su experiencia. Al finalizar el día se va a descansar a su casita. Al día siguiente se pone un sombrero rojo y un overol rojo, pero sus amiguitos ven que esta vez es demasiada emotiva, expresando sus sentimientos, presentimientos e intuiciones. Lo cual se dan cuenta que es una pensadora emocional, que traza su mapa con los valores y emociones para la ruta a recoger los frutos de la huerta. Ella afirmaba “Así me siento con respecto a este asunto”, en el momento de la tarde se comportaba de manera que mostraba su miedo y disgusto con los demás. Al día siguiente se pone un pantalón y una blusita negra, pero ella demuestra y piensa de manera negativa, utilizando de manera lógica, casi crítica a todos de la aldea, señalaba los hechos erróneos, expresa su experiencia personal, señalaba los riesgos, peligros, déficit y problemas potenciales que podían surgir en el futuro. Se cansa de ser tan negativa y se va a dormir. Al día siguiente se pone su ropa de color amarillo, pero todos notan que tenía un pensamiento positivo y optimista. Que era una mezcla de curiosidad, placer, codicia y deseo de “hacer que las cosas ocurran”. Hace énfasis en la exploración y la especulación positiva, da algunas sugerencias posibles en los problemas generando propuestas y también una evaluación positiva. Se ocupa intensamente en producir cosas, se ocupa de la actitud positiva de hacer que el trabajo efectivamente se realice. Al día siguiente se pone un vestido color verde pero la niña se ocupaba de las ideas nuevas y de las nuevas formas de enfocar las cosas, del cambio, experimenta su pensamiento, esto implica utilizar su creatividad, que implica la provocación, exploración y riesgo. Estaba en constante movimiento, donde realiza un proceso dinámico, realizando las búsquedas y las alternativas, reemplaza el juicio. Utiliza la provocación para salir de las pautas habituales de su pensamiento. Antes de concluir la semana se coloca su ropita azul pero sugiere que tienen que existir la tranquilidad, autodominio y también el distanciamiento, debemos de tener un tablero de control, dirigiendo nuestra vida, define los problemas y elabora las preguntas, siendo responsable de la síntesis, la visión global y las conclusiones. Finalmente la niña supervisa y asegura el respeto hacia las reglas del juego. Todos se dieron cuenta que la niña al utilizar un color diferente cada día se comportaba de manera diferente, lo cual le hicieron notar a la niña que tiene que usar un determinado color para un determinado momento, cuando se necesite. La niña agradeció por todo a los duendecitos de la aldea y por favor le pidió a los jefes que la acompañaran a buscar a su familia, por que ya los extrañaba mucho. Los duendecitos complacientes la acompañaron y le entregaron a su mamá.
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